El diagrama es
sencillo tal y como se muestra en la figura de arriba y que describo brevemente
a continuación:
En un momento
determinado, te puedes preguntar “¿estoy feliz?” Si la respuesta es “si”,
reflexionar sobre lo que te hace sentir así y REFUÉRZALO para el futuro. Cuando
haya un pensamiento que te hace infeliz, o al menos te incomoda, reflexiona,
“¿es cierto?” Si la respuesta es “no”, entonces DESÉCHALO. Si la respuesta es
“si”, ahora pregúntate: “¿puedo hacer algo al respecto?”, si la respuesta es
“si”, entonces HAZLO, pues el realizarlo te hará más feliz. Y si la respuesta
es “no”, entonces ACÉPTALO; cuando aprendemos a vivir con ese hecho, las
expectativas sobre lo que sigue en nuestra vida se modificarán, permitiéndonos
ser más felices de acuerdo a la “ecuación de la felicidad”, pues la realidad al
menos igualará a la nueva expectativa que tenemos.