En la búsqueda del crecimiento y desarrollo personal, uno de los obstáculos más formidables que enfrentamos es la distracción, que se ha convertido en una epidemia en la era moderna. Las notificaciones de teléfonos móviles, las redes sociales, los correos electrónicos y una multitud de otras demandas de atención compiten por nuestra concentración en cada momento. Como resultado, nuestros sueños, metas y proyectos a menudo quedan relegados a un segundo plano. Por lo que mantener el enfoque, ya demostrado científicamente correlacionado con el bienestar, puede parecer una batalla interminable. Sin embargo, hay un aliado poderoso que puede ayudarnos a vencer este enemigo: la respiración.
La respiración se considera el ancla principal en la meditación. ¿Por qué? Porque es constante y siempre está presente en nuestro cuerpo. Cuando nos concentramos en la respiración, tenemos algo en lo que centrarnos, algo que nos ayuda a evitar distraernos con los pensamientos errantes.
Cuando notemos que nos distraemos, lo cual nos sucede a menudo en sesiones de trabajo, conversaciones o lectura, es posible usar la respiración como ancla para mantener nuestro enfoque en la actividad que estamos desarrollando.
Cuando sentimos que la distracción se cierne sobre nosotros, podemos regresar a nuestra respiración para recuperar la concentración. Un ejercicio sencillo es contar cuatro respiraciones siendo conscientes que estamos inhalando y exhalando, lo cual tomará pocos segundos, y entonces te enfocas en donde Tú quieres estar; es un entrenamiento que ayudará a tu cerebro a no distraerse en pensamientos erráticos.
#justbreath; #nomasdistraccion; #bienestar
*Con la ayuda de ChatGPT