A partir del estudio de Teresa M. Amabile
and Steven J. Kramer “El Principio del Progreso”, basado en el concepto de
“small win” de Karl Wieck quien lo definió como “un resultado concreto de
importancia moderada implementado completamente. Este estudio que se hizo sobre
casi 12 000 entradas de diarios de ejecutivos, elaboradas por 238 personas de 7
compañías, que para analizarlos fueron descompuestos en 64 000 eventos
específicos, y concluye que
la situación que más definía un “gran día” era lograr un progreso.
El tema de los pequeños
triunfos ha generado una serie de videos donde, desde
diferentes perspectivas, se muestra el
poder que éstos pueden tener en nuestra vida cotidiana.
Comparto algunas de las conclusiones de tres de ellos:
1) Mehrnaz
Bassiri en su Ted Talk, nos dice: uno de los problemas es que nos comparamos o usamos como referencia casos de
personas que ha tenido un gran éxito; su sugerencia es modificar la escala de medición para
los triunfos de tal forma que si notemos que los logramos. El progreso real
está más relacionado con nuestros hábitos que con nuestros logros. Es
importante contar con
una agenda que nos fuerce a sentarnos y reflexionar lo que SI
logramos y celebrarlo, y también detectar las áreas de oportunidad en las que
debemos trabajar.
2) Philip
Kim en su caso con un Ted Talk más enfocado en emprendedores, nos dice: cuando
tengas una idea para un nuevo producto, piensa en un “Mínimo Producto Viable”,
seguramente concepto conocido por aquellos familiarizados con la “agilidad” y
nos recuerda lo afirmado por Confucio
enfatizando la importancia del enfoque “si persigues ambos conejos, no
atrapas a ninguno”.
3) Robin
Sharma nos dice en su Mastery Lesson: celebra
el progreso de los pequeños triunfos en lugar de buscar la perfección,
por ejemplo recordando tres (pequeños) triunfos logrados en el día y/o
escribiendo “en qué estás ganando”.
Estas conclusiones refuerzan la
importancia de tener
una agenda para reflexionar y disfrutar lo que SI logramos y en su caso, enmendar el
camino pues “mañana tendremos la oportunidad de tomar mejores
decisiones”. Celebrar o enmendar a partir del plan descrito en la agenda
personal se conoce como “práctica inteligente”.