Hace algunos años Walter Mischel y su equipo realizaron el famoso “mushmellow test”: a mas de 550 niños se les hizo la prueba (te doy un bombón, si esperas a que regrese -15 minuots- tendrás dos). Lo interesante es que 14 años después, se midió y encontró diferencias importantes entre los dos grupos, aquellos que esperaron y aquellos que no, los que esperaron en promedio tuvieron mejor desempeño académico y en actividades extra curriculares, en deportes, y fueron catalogados como con mayor confianza en ellos mismos, auto regulados y exitosos en términos de un mayor ingreso económico y menos adicciones, también mejores calificaciones en la prueba SAT.
La buena noticia es que la autorregulación puede ser aprendida con ejercicios relativamente sencillos, por ejemplo los mostrados por el Monstruo come galletas en Plaza Sésamo: Me want it (but me wait).
Los tips son directos y sencillos de intentar, pero por supuesto no tan sencillos de convertirlos en hábitos positivo ¿cuál si?:
i) Desenfocarnos voluntariamente del objeto;
ii) Enfocarnos en otro objeto;
iii) enfocarnos en un objetivo futuro.
Esto puede constituir la fuerza de voluntad
que está muy relacionada con la auto regulación, paso firme hacia la
autogestión.