La Transformación Digital Vintage

La transformación digital, como otras metodologías que pretenden llevar a las organizaciones a mejores escenarios, tiene elementos que, como lo “vintage” en otros temas, se inspiran en los clásicos. Los cuatro elementos que tradicionalmente se pueden considerar los componentes de una transformación digital son:

Estado mental (mindset).- un clásico que han enfrentado todas las metodologías de mejora pues implica por un lado la voluntad de cambio evitando la resistencia al mismo, tan común en las organizaciones, y por otro, un pensamiento estratégico que busca, formula, y en el mejor de los casos, logra llegar a un mejor futuro.

Gente.- otro clásico pues si bien se usa la tecnología para resolver problemas, estos problemas son de gente por lo que habrá gente trabajando colaborativamente para buscar y encontrar soluciones robustas y eficientes a las problemáticas organizacionales que impactan gente dentro y fuera de la organización.

Procesos.- el clásico de clásicos, y quizás el peor entendido de todos pues las organizaciones siguen llamando proceso a casi cualquier actividad que tiene una entrada y una salida, olvidando que para que realmente se trate de un proceso desde el pensamiento sistémico, la salida debe ser relevante, y con ello garantizar que el esfuerzo de transformación tenga impacto en los clientes de la organización, asegurando lograr ventaja competitiva. Para que la transformación logre resultados, el foco deben ser los llamados procesos “end to end".

Herramientas.- aquí está uno de los grandes retos siendo el elemento menos “vintage”, pues se puede confundir una transformación digital exclusivamente con el uso de herramientas tecnológicas, las cuales si bien son necesarias principalmente para tener información viajando en todos sentidos que sirva para la toma de decisiones, algunas de las veces a partir de inteligencia artificial, sin los elementos anteriores no tendrían el impacto buscado, pues uno de los grandes objetivos de su uso es lograr la “omnicanalidad” que facilite el valor otorgado a los clientes.

Nota: El prefijo “omni” se usa para asegurar que se usan diversos canales pero enriqueciendo lo llamado multicanal por la alineación de todos ellos, i.e. omni.