Me ha pasado últimamente y en forma relativamente frecuente, que al
recibir la respuesta a un mensaje escrito, sin importar si lo envié vía whatsapp, correo o en un documento, dicha
respuesta muestra que la persona que me está respondiendo no leyó con atención lo
que yo escribí, lo cual me lleva a preguntarme ¿por qué? Quizás parte de la
respuesta este descrita en el libro Superficiales ¿Qué está haciendo Internet con
nuestras mentes,
Nicholas Carr hace una reflexión sobre los efectos de internet en el
pensamiento, afirmando que conforme nos vamos haciendo más hábiles en el manejo
de internet y en el de “escanear”,
estamos perdiendo nuestra capacidad de leer a profundidad para poder
concentrarnos y meditar sobre las implicaciones de la lectura (me permito usar “escanear” para referirme a la lectura
rápida a pesar de que el diccionario de la real academia sólo lo define como “pasar
por el escáner”). A esto le debemos sumar por ejemplo lo que ahora pasa con los
usuarios de whatsapp donde yo noto
que las personas reciben un sin número de mensajes de los múltiples grupos a
los que pertenecen, los “escanean” y
no los leen, lo cual quizás está desarrollando el hábito de no leer a
profundidad, incurriendo el riesgo de no tener una comprensión completa del
mensaje. Algunos nuerocientíficos cognitivos alertan que los humanos parecen
estar desarrollando cerebros digitales con nuevos circuitos para darle un
vistazo a un torrente de información en línea. Esta forma alternativa de
lectura está compitiendo con los circuitos tradicionales de lectura profunda
desarrollada a través de muchos años. No hay vuelta atrás, y al parecer una vez
más, como ha pasado en la historia de la humanidad, nuestros cerebros tendrán
que adaptarse, y dado que en algunos momentos requeriremos dar un vistazo, y en
otros la necesidad será de un entendimiento profundo, deberemos desarrollar un
cerebro bi-hábil lector, que sea capaz de ambos, reconociendo cuando se
necesita de cada una de las dos habilidades.