Se
escucha cada vez más frecuentemente que es necesario ser capaces de hacer más
de una cosa al mismo tiempo, conocido como “multitasking”. La pregunta que es
recomendable hacerse es: ¿cuáles son las conclusiones (hasta ahora) de la gente
que ha estudiado la mente humana? Al parecer las conclusiones son contrarias a
esta idea pues hay evidencia de que “la mente enfocada tiene a ser una mente
más feliz, menos depresiva”. Lo anterior no significa que no debamos de ser
capaces de hacer más de una cosa, de hecho el paradigma de la especialización hace
tiempo que fue superado, el tema central es: debemos hacer una cosa a la vez. Se
dice que las mujeres como género son aún más capaces de lograr el “multitasking”,
sin embargo una conclusión es que si el cerebro, sin importar el género de la
persona que lo posee, intenta tener más de un proceso mental al mismo tiempo,
dará prioridad a uno de ellos descuidando el o los otros, pues si bien, somos
capaces, por ejemplo, de conducir un vehículo y conversar con la persona de al
lado, es evidente que la conversación nos puede distraer en el manejo, o bien
la conversación pudiera perder profundidad por lo que sucede alrededor, esto
es, manejaríamos mucho mejor si estamos concentrados en ello, y también
conversaríamos mejor si nuestro enfoque fuera precisamente el escuchar para
poder enriquecer la plática.